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¿Por qué tiembla un gato?

Si vemos a un gato con temblores podemos estar ante un síntoma de algo grave, en raras ocasiones será un problema crónico o fruto de alguna conducta normal. Comprender las razones detrás de estos temblores es crucial para garantizar el bienestar de los felinos. 

 

Causas más frecuentes por las que tiembla un gato

 

Comportamental:

 

Estrés y/o ansiedad: Los gatos pueden temblar en situaciones nuevas, cambios en el entorno que les incomoden, presencia de personas o animales desconocidos o que causen miedo, o ruidos demasiado fuertes. Este tipo de temblor suele ir acompañado de otros signos de estrés como esconderse, maullidos elevados, o cambios en su posición corporal como orejas hacia atrás, pelo elevado o cola erecta.

 

Excitación: Los gatos también pueden temblar de emoción, especialmente si están anticipando algo que les gusta, como la hora de comer o el juego. Este tipo de temblor es generalmente inofensivo y breve, y fácilmente podremos relacionarlo con ese momento que es positivo para ellos y emocionante.

 

Problemas de salud o físicos:

 

Temperatura corporal: Al igual que nosotros los humanos, los gatos pueden temblar cuando tienen frío. Es importante asegurarse de que los gatos tengan acceso a un lugar cálido, especialmente en climas fríos o si son gatos de pelo corto o sin pelo. Recordemos que su temperatura de confort ronda los 30-38ºC!!

 

Dolor: El temblor puede ser una señal de que un gato está experimentando dolor. Esto puede ser debido a una lesión, una enfermedad crónica como la artritis, o problemas dentales. Los gatos son expertos en ocultar el dolor, por lo que el temblor puede ser una de las pocas señales visibles de que algo no está bien.

 

Hipoglucemia: Los gatos, especialmente los gatitos, pueden temblar si tienen niveles bajos de azúcar en la sangre. Esto puede ocurrir si no han comido durante un tiempo prolongado. Los síntomas adicionales pueden incluir letargo, desorientación y debilidad. 

 

Problemas neurológicos: Enfermedades neurológicas como la epilepsia, la encefalitis o problemas vestibulares pueden causar temblores en los gatos. Estos temblores pueden ir acompañados de otros síntomas como convulsiones, pérdida de coordinación, o cambios en el comportamiento. En el caso de gatitos con cerebelosis que tienen un desarrollo anómalo del cerebelo que generalmente se produce durante la gestación por enfermedad en la madre, podemos ver temblores y problemas de coordinación que no van a ir a mayores y simplemente es una condición de nacimiento.

 

Enfermedades infecciosas: Algunas infecciones virales y bacterianas pueden provocar temblores. La panleucopenia felina, es una enfermedad viral grave que puede causar temblores junto con otros síntomas como fiebre, vómitos y diarrea.

 

Intoxicaciones: La ingestión de sustancias tóxicas, como ciertas plantas, alimentos humanos, medicamentos o productos químicos, puede causar temblores en los gatos. Si se sospecha de una intoxicación, es crucial buscar atención veterinaria inmediata.



¿Cómo lo tratamos?

 

Si un gato comienza a temblar repentinamente, es importante observar si hay otros síntomas presentes y evaluar la situación en su totalidad. Si el temblor persiste, se acompaña de otros signos preocupantes, o si el gato parece estar con dolor, es fundamental buscar atención veterinaria. Es imprescindible realizar pruebas, que pueden incluir análisis de sangre, estudios de imagen y otras pruebas diagnósticas para determinar la causa subyacente del temblor. Hasta que no haya un diagnóstico es peligroso poner tratamiento, en todo caso será un veterinario quien deba decidir qué pasos se deben dar para solucionar el problema.

 

¿Cómo prevenir?

Como hemos visto, algunos temblores se pueden evitar, para ello debemos mantener un entorno estable y seguro, asegurar una dieta adecuada y equilibrada, y proporcionar atención médica regular. Además, es esencial estar informado sobre las plantas y sustancias que pueden ser tóxicas para los gatos y mantenerlas fuera de su alcance.

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